Fascia toracolumbar y dolor de espalda

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Fascia toracolumbar

¿Qué es la fascia toracolumbar?

La fascia toracolumbar es un tejido conectivo continuo que se despliega desde el sacro hasta el cuello. Su estructura es tan compleja como su función, pues al ser una fascia se trata de un tejido formado por fibras de colágeno que deben resistir la tensión de los músculos con los que se relaciona. Se ubica en la parte posterior de la espalda y continúa con la fascia paraespinal en las regiones torácica y cervical, y finalmente se fusiona con la base del cráneo. Vista desde la parte posterior tiene la forma de un diamante.

La fascia toracolumbar es una estructura con tres capas que contiene los músculos paravertebrales, los músculos del dorsal ancho y el serrato posteroinferior. Se pueden distinguir tres capas:

  • En la región torácica, forma una capa delgada con la que se conecta con los músculos extensores de la columna vertebral.
  • Medialmente, está unida a las espinas de las vértebras torácicas y lateralmente a las costillas, cerca de sus ángulos.
  • En la región lumbar se adhiere a las espinas vertebrales y forma una fuerte aponeurosis que se conecta lateralmente a los músculos planos de la pared abdominal.

Al estar también conectada con la columna, esta fascia permite la estabilidad del core así como la resistencia a la tensión y relajación de los músculos. Además, por su ubicación divide los diferentes grupos de músculos. También desempeña un papel fundamental en la descarga de peso de una zona del cuerpo a la otra. Así, podemos establecer que la fascia toracolumbar tiene un papel biomecánico. De esta forma, su función determina que la fascia sea resistente y, a la vez, flexible.

La fascia toracolumbar es un tejido altamente nervado. Cada una de las capas que la conforman están cargadas de receptores libres, lo que propicia que sea particularmente sensible ante cualquier cambio en los músculos con los que está interconectada. Su compleja estructura, y la variedad de espesores y geometrías se deben, precisamente, a la cantidad de músculos del tronco y las extremidades que confluyen en ella.

¿Qué relación tiene la fascia con el dolor crónico?

Es importante tener clara la función de esta estructura para comprender de qué manera se relacionan la fascia toracolumbar y el dolor crónico de espalda o el dolor crónico lumbar. Dentro de la fascia hay terminaciones nerviosas que se estimulan al haber cambios en la musculatura. Estos mecanoreceptores conducen información al sistema nervioso central.

Si antes comentábamos que la flexibilidad es una de las cualidades de este tejido, entonces la rigidez será uno de los detonantes del dolor. Las principales causas que se relacionan con el dolor lumbar:

  • Malas posturas
  • Estrés
  • Deshidratación
  • Pérdida de tono en la fascia por falta de ejercicio o movimiento
  • Levantar peso de forma inadecuada

Como consecuencia, los mecanorectores tienen una actividad deficiente en comparación a cuando la fascia está activa y saludable. El sistema nervioso central entiende que debe emitir una respuesta ante esta disfunción, que es lo que se percibe como dolor.

Desde hace poco más de una década se ha empezado a investigar la fascia, su función y relación dinámica con los músculos que conecta y recubre. Los dolores de espalda que se perciben como crónicos y que muchas veces no parecen tener causa aparente se deben, en gran medida, a la rigidez de la fascia toracolumbar.

Si bien la fascia toracolumbar une la espalda alta con la baja, es esta última la que recibe mayor carga y variación de peso en movimientos cotidianos: caminar, sentarse o levantarse. Es por eso que, si hay algún tipo de lesión en la fascia, entonces el dolor se concentrará más en el área lumbar.

En el caso de las extremidades superiores, no podemos olvidar que el dorsal ancho está también conectado con la fascia toracolumbar. El dorsal ancho tiene la peculiaridad de ser un rotador y aductor del hombro, y también afecta a la estructura y mecánica de la fascia.

La importancia de un tratamiento a tiempo

Las molestias causadas por esta estructura deben tratarse a tiempo porque el dolor constante hará que la persona fuerce posturas que no son naturales para compensar el dolor, generando aún más problemas en la fascia y músculos relacionados con el movimiento.

Algunas de las formas más sencillas de empezar a trabajar en la fascia toracolumbar es fortalecer la columna vertebral; tener una buena postura; aplicar masajes que favorezcan el flujo de sangre y el consiguiente efecto hiperémico; controlar el peso (en casos de sobrepeso); y utilizar fajas que ciñan la zona lumbar y ayuden a contener la columna (sobre todo cuando se trabaja levantando peso).

Como comentábamos anteriormente, la fascia toracolumbar ha empezado a ser un objeto de estudio desde hace relativamente poco. Es por eso que aún no hay consenso médico unánime sobre la relación entre el dolor lumbar y este tejido.

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