Las arrugas interiores de nuestro cuerpo
Hoy hablaremos sobre la relación que existe entre el dolor y las lesiones.
Empezaremos con una muestra visual. Viendo estos dos dibujos sobre el estado de las vértebras de un paciente con la columna normal y otro con artrosis, ¿cuál pensáis que presentará dolor de espalda?
La lógica puede llevarnos a pensar que el segundo, dado el aspecto, es el que sufre dolor. Sin embargo, no existe una respuesta correcta. El hecho de que se vea un claro desgaste de las vértebras y un mal estado de los discos invertebrales, no significa que se manifieste en forma de dolor.
Un estudio reciente* ha demostrado que, en un número significativo de personas sin ningún tipo de dolor, encontramos signos de degeneración en la columna vertebral. Estos signos aumentan aún más con la edad.
En la siguiente tabla, podemos ver que casi todo el mundo (alrededor del 90%) padece algún tipo de degeneración de disco intervertebral después de los 60 años.
Podríamos hacer un paralelismo con las arrugas: las arrugas son un fenómeno normal y natural del envejecimiento humano, pero no son dolorosas. Por lo tanto, la degeneración de las estructuras del cuerpo humano serían como las arrugas del interior. Todos tenemos lesiones, algunas dolorosas y otras no, pero no serán necesariamente las responsables del dolor. Para entender el origen del mismo es recomendable que un profesional, ya sea un médico o un fisioterapeuta, estudie el caso concreto.
*El estudio científico utilizado para esta publicación:
1. Brinjikji W, Luetmer PH, Comstock B, Bresnahan BW, Chen LE, Deyo RA, et al. Systematic Literature Review of Imaging Features of Spinal Degeneration in Asymptomatic Populations. AJNR Am J Neuroradiol. avr 2015;36(4):811‑6.
