Cervicalgia: el mejor tratamiento para reducir tu dolor

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Si estás leyendo esto, probablemente estás sufriendo de cervicalgia, más conocida como dolor de cuello o molestias en la zona cervical. Si buscas un tratamiento para la cervicalgia, te contaremos todo lo que necesitas saber para sobrellevar una afección tan molesta e incapacitante.

Qué es la cervicalgia

La cervicalgia hace mención al dolor cervical y su tratamiento es uno de los más demandados. Es una molestia cada vez más común entre personas jóvenes. Esta afección afecta al 80 % de las personas al menos una vez en la vida y las causas son muy variadas.

Los síntomas de la cervicalgia pueden variar de persona a persona y pueden incluir

  • Dolor en la parte posterior o lateral del cuello que puede irradiarse hacia los hombros o los brazos.
  • Rigidez del cuello, lo que dificulta la movilidad del mismo.
  • Dolor de cabeza, especialmente en la base del cráneo o en la parte superior de la cabeza.
  • Dolor al mover la cabeza o el cuello.
  • Sensación de debilidad en los brazos o las manos.
  • Entumecimiento u hormigueo en los brazos o las manos.
  • Mareo o vértigo.
  • Zumbido en los oídos.

En casos más graves, la cervicalgia puede ser acompañada de otros síntomas como dolor en el pecho, problemas para respirar, dificultad para tragar, dolor al hablar, pérdida de equilibrio, y problemas de coordinación. Si experimentas estos síntomas, es importante consultar a un médico de inmediato.

La tortícolis es un tipo de cervicalgia muy concreto, que se produce por un espasmo muscular que nos impide mover el cuello con normalidad. También hay variantes de la cervicalgia que afectan a los brazos, con irradiación del dolor, hormigueo o debilitamiento.

Para todos estos tipos de cervicalgia existen tratamientos que van desde los clásicos farmacológicos para disminuir o calmar el dolor a terapias holísticas como la fisioterapia o la osteopatía.

Causas de la cervicalgia

Las causas de la cervicalgia pueden ser muy variadas, aunque cada vez hay más casos relacionados con una vida sedentaria, falta de movilidad y ejercicio o posturas incorrectas mantenidas durante muchas horas.

Las causas comunes de la cervicalgia son:

Contracturas musculares y puntos gatillo: las contracturas y los puntos gatillo son nudos musculares que causan mucho dolor. Estas contracturas musculares vienen generalmente, para compensar malas posturas o desequilibrios corporales. Los músculos se tensan para proteger la zona, causando una rigidez muy dolorosa.

Estos nudos o puntos gatillo miofasciales en zonas como los trapecios pueden tirar de otros músculos cervicales y generar un ligero movimiento de las vertebras de la zona cervical, causando mucho dolor que no cesará de manera farmacológica.

Los latigazos cervicales causan cervicalgia y normalmente exigen llevar collarín durante un tiempo concreto. Suelen aparecer por movimientos de extensión o flexión muy bruscos y forzados, como por ejemplo un accidente de tráfico o un traumatismo.

Rectificación de la columna vertebral: La columna vertebral no es una recta perfecta, sino que se basa en curvas saludables cóncavas en el cuello y cadera y convexas en los trapecios. Sin embargo, si una de estas curvas se deforma causa cervicalgia y generará una reacción en cadena en el resto de partes de nuestro cuerpo.

La rectificación cervical se define como la pérdida de la lordosis cervical y suele producirse por un uso excesivo del móvil o el ordenador en posturas que obligan a bajar la cabeza en exceso. La rectificación puede desencadenar en la conocida joroba.

Luxaciones o fracturas en las vertebras cervicales: muchas veces, aunque se puedan generar contracturas musculares, la causa de la cervicalgia es anterior. Estas contracturas pueden aparecer como desencadenantes de una lesión en las vértebras. Para un tratamiento de la cervicalgia en este caso es mejor acudir a un traumatólogo.

Enfermedades como la artrosis: las enfermedades degenerativas que causan inflamación como la artrosis reumatoide suele causar dolor en articulaciones y es común que pueda generar cervicalgia.

La cervicoartrosis es una causa común de cervicalgia, ya que produce un bloqueo en las vértebras que genera un desgaste en ellas. Si esto continúa en el tiempo podrá llegar a dañar el disco intervertebral y la consecuencia será una hernia discal cervical que podrá llegar a afectar a los brazos y su movilidad.

Para el tratamiento de esta cervicalgia es muy importante acudir a un especialista y a través de una radiografía confirmar el desgaste vertebral.

El estrés, la vida sedentaria y las malas posturas son las causas más comunes de la cervicalgia en personas jóvenes que no han sufrido de ningún traumatismo ni enfermedad degenerativa.

El estrés puede causar bloqueos en las vértebras o en los músculos cervicales. Las malas posturas de personas que se dedican a trabajar frente un ordenador o que duermen con colchones o almohadas de mala calidad o inadecuados para su propio cuerpo, también pueden generar cervicalgia.

No hay una almohada o un colchón idóneo para todas las personas, siempre hay que encontrar el nivel de dureza y estabilidad que nos resulte más cómodo y natural.

Tratamiento para la cervicalgia

Como siempre se dice, es mejor prevenir que curar, ya que a veces puede resultar complejo eliminar el dolor de cuello de raíz o de manera instantánea.

El dolor de cuello es uno de los más molestos y pueden generar sufrimiento emocional. Además puede generar otros problemas como el insomnio, si es demasiado fuerte.

Por otro lado, medicamentos como los antiinflamatorios no esteroides pueden causar úlceras si se toman de manera prolongada, por lo que no son recomendables como tratamiento para la cervicalgia.

Tampoco existe un tratamiento para la cervicalgia idóneo para todos los tipos de cervicalgia. Lo mejor es seguir esta serie de pautas para encontrar un tratamiento personalizado:

Para prevenir la cervicalgia es importante llevar una vida activa donde realicemos estiramientos musculares, especialmente en la zona cervical. También es bueno recibir masajes descontracturantes de manera frecuente, visitar balnearios, realizar bastante ejercicio físico, practiquemos yoga, meditación para relajar nuestro cuerpo…

•Si creemos que el origen de nuestro dolor está en las malas postura, podemos acudir a clases de espalda, yoga o pilates en centros de fisioterapia como tratamiento para la cervicalgia. Seguramente en cuanto empecemos a ganar fuerza en nuestros músculos será más difícil que la cervicalgia vuelva a aparecer.

•Quizá el más eficaz es acudir a un fisioterapia para tratar la cervicalgia. Fisioterapeutas y osteópatas están muy acostumbrados a tratar este dolor y sabrán cómo frenarlo en el menor número de sesiones posibles. Seguramente ellos puedan determinar cuál ha sido el origen y ponerte un tratamiento para tu cervicalgia más personalizado.

•Los automasajes también pueden ser un buen tratamiento para la cervicalgia que podemos poner en práctica desde el minuto uno. En internet hay numerosos tutoriales que nos enseñarán a realizarnos estos masajes con herramientas como palos de escoba o balones de pilates.

Además, podemos realizar ejercicios y estiramientos para liberar la tensión en cuello y hombros.

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