Los dolores de espalda son relativamente frecuentes. Se pueden deber a malas posturas, ejercicios físicos inadecuados, estrés… Pero hay algo menos común: el ardor en la espalda. Y además, sus causas y soluciones son menos conocidas.
¿Qué es el ardor en la espalda?, ¿por qué se produce esta molestia?, ¿puede llegar a afectar a nuestra calidad de vida?, ¿cuántos días puede durar?, ¿debes acudir a un médico o especialista o será suficiente con hacer reposo? Te respondemos a estas y muchas otras cuestiones.
¿Qué es el ardor en la espalda?
El ardor en la espalda se da casi siempre en la zona baja, en la mitad inferior de la espalda, sobre todo en la zona lumbar. A este ardor a menudo le acompaña un dolor más intenso. De hecho es habitual que el ardor aparezca tras algunos días de dolor y punzadas.
Este ardor se puede combinar con punzadas e incluso con un cosquilleo molesto.
El ardor puede ser leve o muy intenso, llegando a impedir el normal funcionamiento de nuestra rutina y afectando a nuestro trabajo y relaciones personales.
En otras ocasiones el ardor de espalda aparece en la mitad superior, muy cerca del cuello y sobre todo en los omoplatos.
¿Qué es la parestesia en la espalda?
Las parestesias de la espalda son esos hormigueos que siempre o casi siempre acompañan al dolor. De hecho, estas “cosquillas” pueden volver más intenso el ardor y con frecuencia nos recuerdan la molestia, pues no son constantes sino que aparecen en momentos puntuales.
En general, a partir de los 30 años es más probable sufrir este tipo de hormigueos. Y por supuesto, quienes llevan una vida sedentaria tienen muchas más probabilidades de padecerlo.
¿Cuáles son las causas del ardor en la espalda?
El ardor en la espalda puede ser más molesto que cualquier dolor de espalda, pues la sensación es mucho más constante y puede resultar agotadora incluso a un nivel emocional.
Por ello, es importante prevenir el ardor y la parestesia con un estilo de vida saludable.
Estas son algunas de las causas por las que podrías estar sufriendo esta patología. Muchas puedes prevenirlas y ponerles remedio.
Discos rotos
Tenemos mucho discos en nuestro cuerpo, estos están situados siempre entre dos vertebras en nuestra columna vertebral. si uno de ellos se rompe, por ejemplo por un ejercicio físico inadecuado o una mala postura continuada, el nervio que pasar por ese disco podría sufrir “un pellizco”, quedar inmovilizado, tenso… Y esta sería la causa de un ardor de espalda. A menudo esto ocurre en la mitad inferior de la espalda.
Aumento considerable de peso
Si has subido mucho de peso en poco tiempo puede ocurrir que tu espalda y tus vertebras se resientan. Esto es muy común en embarazadas ya que el principal aumento de eso ocurre en el vientre y la encargado de sostenerlo es la columna vertebral. Así, al igual que en el caso anterior algunos discos podrían estar demasiado comprimidos, por ejemplo, y molestar a algunos nervios que provocarían el ardor.
Artrosis, osteoartritis o espondiloartrosis
Los tres son procesos degenerativos relativamente comunes a partir de los 60 o 70 años de edad. También pueden darse en mujeres con menopausia. Este “desgaste” relacionado sobre todo con la edad, provoca que haya algunos espacios en la médula espinal, es decir, que esta se estreche porque los huesos, las vértebras en este caso, lo hacen.
Este estrechamiento es conocido como estenosis espinal, que puede provocar dolores de espalda intensos y algunos ardores. Pero lo que provocará el ardor de forma más continuada es la formación de los osteofitos, que son consecuencia de la estenosis espinal.
Los osteofitos comprimen las raíces nerviosas y así aparece el ardor de espalda.
Hernia de disco
Un disco roto puede provocar el ardor de espalda, pues del mismo modo una hernia de disco produce presión sobre el disco y en consecuencia sobre los nervios, apareciendo así el ardor y el hormigueo. Además, es común que algunas vértebras queden completamente obstruidas lo que daña aún más el nervio.
Ciática o cruralgia
La ciática es la afectación de determinadas vértebras y la cruralgia de otras. En ambos casos se trata de un disco herniado que presiona los nervios y causa un dolor bastante punzante y agudo. En muchas ocasiones puede estar acompañado del ardor de espalda.
¿Qué hacer ante el dolor y ardor de espalda? Soluciones
Al primer dolor o ardor de espalda debes reaccionar o de lo contrario, el dolor podría hacerse más persistente. estas son algunas de las recomendaciones:
- Mantén un peso saludable: estando dentro de tu IMC es mucho más proibable reducir el dolor y ardor de espalda:
- Evalúa tus posturas: ¿cómo te sientas?, ¿para qué lado duermes?, ¿son cómodas tu silla y almohada? Es importante que mantengas una postura correcta si pasas mucho tiempo en la misma posición.
- Evita el sedentarismo: no es bueno pasar muchas horas sentado. es mejor que cada dos o tres horas te muevas y sobre todo que realices algo de ejercicio, aunque este debe ser muy suave si tienes dolor de espalda.
- Evita ejercicios bruscos: si tienes dolor o ardor de espalda evita ejercicios bruscos y no cojas mucho peso.
- Reduce el estrés: el estrés puede aumentar los dolores de espalda e incluso provocarlos.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Debes consultar a un especialista o acudir al médico en cuanto el dolor se prolongue por más de tres o cuatro días. También puedes hacerlo antes si el dolor es muy intenso y la quemazón muy fuerte.
Y por supuesto debes acudir al médico si el ardor de espalda va acompañado de:
- Fiebre.
- Debilidad en las piernas.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Ligera pérdida de control de los esfínteres.
Si además el ardor y el dolor no mejoran tras días de descanso y la molestia crece, acude a un especialista en dolor de espalda cuanto antes.
Conclusión
A menudo aparece acompañado de dolor, punzadas y hormigueos conocidos como parestesia y sus causas pueden ser múltiples como una vida sedentaria, ciática o el embarazo. sea cual sea el motivo, en el caso de que el ardor persista durante más de cuatro días debes acudir a un médico.